Geossítio 25 Colección de fósiles del Museo de Trilobites
El museo de los trilobites gigantes
Desde mediados del siglo XX, se extrae pizarra de la cantera fosilífera conocida popularmente como «Pedreira do Valério» (Cantera de Valério), para su transformación y posterior utilización en la construcción. Como resultado de la explotación de la cantera, se ha descubierto una importante fauna de invertebrados fósiles, como trilobites, bivalvos, gasterópodos y otros fósiles.
La colección del museo incluye trilobites, criaturas ya extinguidas que habitaban el océano que bordeaba el extremo sur del paleocontinente de Gondwana hace unos 465 millones de años (Darriwiliano – Ordovícico medio).
El Museo de Trilobites se inauguró el 1 de julio de 2006 y reúne algunos de los especímenes fósiles más notables hallados durante la explotación de la cantera de pizarra, un ejemplo único de cooperación entre la industria y la ciencia. Se trata de un geositio de importancia internacional en el Geoparque Mundial de la UNESCO de Arouca, que también fue distinguido por la Unión Internacional de Ciencias Geológicas (UICG) en 2022 como uno de los 100 sitios más importantes del mundo por su relevancia científica.
Este geositio forma parte de la ruta Iter Hominis Vale do Paiva.
Este geositio forma parte del itinerario C: Paiva, el valle sorprendente.
Más información sobre la Ruta de los Geoglifos .
Información Geológica
La explotación de la cantera de Valério permitió el descubrimiento y el estudio científico de una importante fauna de invertebrados fósiles, compuesta por trilobites, bivalvos, rostroconquios, gasterópodos, cefalópodos, braquiópodos, equinodermos, hiolítidos, conularia, ostrácodos, graptolitos e icnofósiles. Interpretados por los primeros investigadores como «animales del tiempo del Diluvio»,
El registro paleontológico de los trilobites hallados es importante no sólo por el gigantismo alcanzado por muchas especies (las mayores del mundo), sino también por su estado de conservación. En este sentido, las condiciones ambientales de la época favorecieron la preservación de los caparazones, junto con cadáveres completos de algunas especies de trilobites, por lo que muchos de estos fósiles completan el conocimiento de algunos de estos animales fósiles. La mayor aportación de este yacimiento a la biología de los trilobites es el descubrimiento de asociaciones mono y multiespecíficas de estos fósiles. La concentración en espacios reducidos de grupos de individuos en un estadio ontogénico similar se ha interpretado aquí como indicativa del comportamiento gregario alcanzado por muchos trilobites durante la muda del caparazón o la reproducción.
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